"Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar dentro de ti todas las barreras que has levantado contra él."
Tan sencillo de expresar como exigente es el trabajo que demanda.
Soy consciente de que soy yo quien ha ido poniendo límites y condiciones a la aceptación de muestras del amor ajeno en función de lo que, en cada etapa de la vida, iba considerando cómo "debería ser y sentirse el amor".
Es decir, en vez de aceptar "lo que es", iba tras una idea de "lo que debería ser" según mi limitado entender, generando frustración, incapacidad para el compromiso con una relación genuina y, especialmente, miedo a no ser suficiente ni merecerme lo que la vida me ofrecía.
Y así, hasta llegar a ver y sentir las barreras que sólo estaban en mí. Sí, en ese archivo histórico de experiencias vividas, creencias e imágenes construidas en relación a las personas que me rodeaban con las que he conformado mi manera de percibir e interpretar las relaciones y el amor.
Sé que aceptar el amor que la vida nos ofrece en toda su extensión y en todas sus formas -atención, cuidado, amabilidad, ...- es el primer paso para reconocerlo, valorarlo, sentir merecerlo y compartirlo.
continuará...