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miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Qué pasaría si...?

¿Qué pasaría si hoy, y sólo por hoy, nos relacionáramos mirando a la otra persona desde la inocencia, sin prejuzgarla, suspendiendo por un momento los juicios sobre ella, dejando atrás el pasado con sus historias….buscando lo mejor para ella y para nosotros y nosotras?

Os propongo que hagáis la prueba con una sola persona a lo largo de este día y observéis el resultado.
La convicción viene del logro del resultado. Si vemos que es efectivo, lo incorporaremos a nuestra conducta y actitud ante la vida.

Os deseo una práctica feliz y llena de sorpresas agradables.

martes, 4 de febrero de 2014

Vivencia versus Creencia

Vivimos en las creencias. Tanto, que llegamos a confundir vivencia con creencia.
A medida que transcurre la vida pasamos por experiencias que, en función de cómo las gestionamos, nos llevan a conformar un pack de creencias sobre lo que es posible e imposible, lo que está bien y mal, lo deseable e indeseable, etc.., de tal modo que en adelante nos comportaremos de acuerdo a estas creencias aunque la situación sea otra y haya cambiado.

Si observamos a un niño en sus primeros meses, vemos que intenta de una y otra manera moverse, levantarse, caminar, alcanzar objetos, acercarse a sus padres,.. Es experiencia en estado puro. No hay juicios ni creencias. ¿Cómo sería su evolución si colocáramos en su mente los juicios y creencias que un adulto ha ido adquiriendo?. 

Por contra, en la madurez, encontramos personas que viven en las creencias, en las memorias del pasado y que han renunciado a la experiencia, al intento de nuevas vivencias y aprendizajes.

Nuestro reto es distinguir las vivencias -hechos- de las creencias -interpretación de los hechos- para no quedar anclados al pasado y poder vivir un presente lleno de posibilidades de forma coherente con nuestro momento vital.

Dicho de otro modo : "Si no sois como niños no entraréis en el Reino de los Cielos"

¿Qué eliges hoy, la flexibilidad y la inocencia del niño o la rigidez de las creencias y juicios de la persona adulta?

lunes, 3 de febrero de 2014

Date una oportunidad...¡¡actúa!!

En nuestro día a día nos vamos encontrando con cambios inesperados. Algunos toman la forma de conflictos, dolencias, crisis,... Son llamadas de atención a las que a veces respondemos y, sin embargo, en ocasiones, a pesar de mirarlas con preocupación, vamos dejándolas pasar entretenidos en tantas actividades hasta que "la vida nos para" con una crisis más fuerte. De manera sutil, e inconsciente a veces, son nuestras creencias y temores las que nos llevan a esta inacción.

El proceso es : 1) Realidad-evidencia 2) Negarle la importancia, no atenderla 3) Posponer acción o respuesta. 4) Crisis más dura....y 5) Ahora ¿qué?

Un ejemplo insignificante : Una verruga que aparece, que va creciendo cada día, que temo que sea "algo más" y que para calmarme me digo "algún día" iré al médico a que me la quite y ya está. Pasan los días sin hacer nada, negando lo evidente, justificándome,... Estoy paralizado sin darme cuenta.

Sin embargo la Vida también está para darnos pistas y soluciones. Todo en la vida nos habla y ayuda si estamos dispuestos a escuchar y atender sin juzgar.

Gracias a esta atención, escucho una posible solución. La pruebo, y compruebo sus resultados. ¡Bien!.  No sólo voy resolviendo la crisis sino que además, y éste es el auténtico regalo, he tomado conciencia de las creencias que me llevaron a paralizarme [Son cosas de la vida, esto no tiene solución, siempre ha sido así, en mí no va a funcionar, ¡es lo que hay!, total ¿para qué?...].

Así que, démonos la oportunidad de que la vida sea mejor de lo que nos tememos y pensamos de ella y actuemos con todo aquello que la Vida nos regala en cada instante

La Vida es una sucesión de oportunidades para aprender a percibir desde el amor, buscando la intención positiva.  Lo único que requiere es que estemos listos y dispuestos a modificar nuestras creencias del pasado para abrirnos a nuevas posibilidades de acción.

domingo, 2 de febrero de 2014

Nos educamos... ¿en el miedo o en el amor?

Esta mañana, mientras caminaba, pasaban a mi lado un padre junto a sus dos hijas, cada cual en su bicicleta. El padre aconsejaba a una de ellas sobre la postura de su espalda diciéndole que si no le hacía caso terminaría doliéndole todo, no sólo la espalda sino también los hombros, los brazos y hasta las manos y los dedos.

Comprendiendo la buena intención del padre de querer que su hija adopte una postura que él entiende más sana y correcta para la niña, observo también las posibles creencias que puede estar reforzando en su hija. 

"Si no hago esto, me dolerá todo". O "si no hago lo que dice mi padre, me dolerá todo". Es decir, educamos con el temor a las consecuencias.

Sin embargo tenemos otra opción, educar a través del amor y de la búsqueda de una solución mejor.

¿Qué pasaría si el padre le diera su recomendación y le animara a probar si está más cómoda, si pedalea más ligera, si mantiene mejor el equilibrio, etc..?

La niña busca su mejor posición de acuerdo con la información recibida, la ensaya, adapta postura y bici, manteniendo en todo momento su capacidad de decisión y autonomía. Así aprende también que está en ella cambiar lo que hace, buscar por sí misma mejores posturas que hagan más satisfactorias sus vivencias.

Desde dónde nos estamos educando en nuestras relaciones y cómo motivamos el aprendizaje y la mejora en nuestros hogares y centros de trabajo : ¿desde el temor o desde el amor?

http://aprendizajesdevida.blogspot.com.es