Dar por el gozo de dar

El gozo de dar es tremendo. En la medida en que aprendas a dar cada vez más tus dones y talentos (para cada cual son diferentes, y todos funcionan a niveles distintos) de todo corazón, aumentarán tu talla espiritual y tu gracia. Si tienes una naturaleza feliz, radiante como el sol, y la ofreces allá donde vayas, se te devolverá centuplicada, pues todo el mundo responde ante una disposición radiante. Recuerda siempre, “según siembres, será la cosecha”. Si siembras crítica, intolerancia, deslealtad y negatividad, cosecharás esas cualidades, ya que de ese modo las atraes hacia ti. ¿Por qué no empezar en este mismo instante a sembrar semillas de gozo, de felicidad, de amor, de cariño y de comprensión, y comprobar sus efectos sobre ti?. Tu actitud entera hacia la vida cambiará, y verás como atraerás hacia ti lo mejor de la vida. La dicha que ofreces se reflejará en todas las almas que te rodean, porque todos aman a aquel que da con gozo, y responden a esa donación.

Eileen Caddy

Creyente no, practicante sí

Estando trabajando con un grupo, una persona me preguntó  "¿Eres creyente?". La pregunta me sorprendió.  Me di un tiempo para responder, ese "instante" en el que podemos elegir la respuesta en vez de reaccionar ante lo que nos proponen. Y respondí : "Creyente no,… soy practicante". 

Me explico. A menudo, escuchamos a la gente decir que "soy creyente pero no practico". Disiento. Si realmente creyera mi comportamiento sería inevitablemente coherente con esa creencia. De las creencias vienen los estados de ánimo y de éstos, las actitudes ante la vida.

Si creyera real y profundamente, por ejemplo, que Dios es Amor, que fue quien creó las Leyes que rigen  este universo,… ¿Qué temor podría anidar en mi?

Si vivo de otra manera es porque esa creencia no está enraizada en mi. Por tanto no soy aún creyente.

Sin embargo, puedo ser practicante e ir avanzando en una mayor comprensión de la vida a través de la práctica cotidiana, del trabajo, la observación y reflexión…que traen como fruto una mayor convicción sustentada en las experiencias vividas.

¡No rechaces...ni el rechazo!

En la experiencia comentada ayer, en un momento pasó por mi mente el pensamiento de que algunas personas estaban rechazando lo que exponía y por tanto, a mí. Afortunadamente, no le presté atención… Y, al instante, otro pensamiento ocupó su lugar :

¡No rechaces ni el rechazo!

Sí, porque si rechazo el rechazo estoy rechazando a la persona que muestra su opinión. Estoy haciendo lo mismo. Y si a mi me duele sentir que soy rechazado, a él también le duele sentir que le rechazo, que no le acepto con sus opiniones y actitudes.

Además cuando no aceptamos el rechazo, nos perdemos la parte que esconde detrás, otra opinión, otro punto de vista, una carencia, una petición de ayuda, una insatisfacción, un deseo de exponer algo mejor que lo que yo expongo… En definitiva, al no escuchar el rechazo, pierdo y perdemos la oportunidad de enriquecernos, de lograr una visión más completa de la realidad.

Al rechazar, voy en contra de la unidad, de la integración.

Así que, gracias a ese gesto, he aprendido lo bueno de aceptar el rechazo.

Recordando a Cordovero : "El escuchar sublime, es escuchar el bien en el otro".

Unicidad

Hoy traigo un pensamiento experimentado ayer.

"No existe el amor auténtico sin la experiencia de la unidad…"

No es realmente amor lo que siento y practico si no me siento uno con y unido a las demás personas. Sin esa experiencia de unidad, lo que siento es otro tipo de emoción, un deseo, una carencia por cubrir, un interés,… 

Sentirme uno con las personas que me encuentro, aunque sea por un momento, me permite abrir la puerta a mis pensamientos y sentimientos más sanos.

Me permite abandonar todo temor y simplemente estar presente, dejando a un lado juicios e interpretaciones limitantes, y centrarme en la solución, en la acción más efectiva.

En mi experiencia personal, descansé cuando aprendí que tengo ante mi personas como yo, que se afanan en ser felices cada cual a su manera. Que, en realidad, todas queremos lo mismo, que nos une el deseo de ser feliz.

¡Que hoy tengamos presente lo que nos une!

Gratitud

He tomado conciencia de que en estos últimos meses no abunda en mi vida la gratitud. Sí ese ¡gracias! que nace desde el corazón, que se llena de emoción y sentimiento. Que va aparejada al asombro, al reconocimiento de los más pequeños detalles.

En paralelo y simultáneamente a la escasez de gratitud ha dominado la tristeza, el cansancio, la sensación de que todo requiere un esfuerzo extra… ¿Quién fue antes, la falta de gratitud o la tristeza? ¿Hubo relación causa-efecto?

Cuando me falta gratitud no me fijo en lo que la vida, las personas, la naturaleza me ofrecen y regalan.  Por contra, cuando vivo agradecido, cualquier experiencia es fuente de alegría y con ésta viene la energía e ilusión.

Así que me pongo en tratamiento, sí, en tratamiento de "gratitud". Durante el próximo mes me voy a regalar dosis diarias, conscientes, de gratitud desde el corazón. 

Modo de empleo : Pararme al menos en 3 momentos, reconocer lo que me rodea, sentirlo y agradecerlo.

Y esta es mi primera dosis del día : ¡¡Gracias!! ¡¡Eskerrik asko!!

Lo esencial

Ayer acompañaba a una amiga del alma en la UCI en vísperas de una operación de corazón. Se mostraba serena, en paz, con la sensación de haber hecho"su trabajo". Ahora estaba en manos de otras personas, entregada y confiada, dejando atrás todos los pudores y juicios acerca del cuerpo y la enfermedad, con la humildad que siempre le ha caracterizado.

Verle así me llevó a cuestionarme. Es el momento de la realidad. No valen ya los cuentos e historias que nos contamos acerca de nosotros mismos y de la vida. Sólo queda lo esencial. Lo realmente importante y significativo.

¿Por qué no vivir así cada instante de nuestras vidas?

¡Que lo mejor, que toda la energía curativa, la dicha y la paz nos llenen en este día!

Las crisis... personales, sociales, económicas

Las crisis también son positivas, o por lo menos podrían serlo si uno es capaz de considerarlas desde este punto de vista y las utiliza para encaminarse hacia algo nuevo.

Una vez más : Lo que es, es. Cómo lo interpretemos y utilicemos es decisión nuestra.

¿Hacemos de la crisis una oportunidad de mejorar y crecer como personas, como sociedad, como organizaciones?

¿Qué vamos a mejorar hoy en nuestro entorno?
Ampliar puntos de vista, conversaciones más efectivas, buscar lo que nos une, generar ideas y acciones juntos para lograrlo, compartir los temores para alejarlos no para contagiarlos, compartir confianza,….

¡Hay tantas cosas por hacer!

Desafiando

Willigis Jäger nos lanza un reto para ir ganando en autenticidad, en ser lo que realmente somos, en expresar lo que realmente es en nosotros.

"El amor auténtico no tiene nada que ver con la moral, con el "debes" y "tienes que"…. El amor auténtico deja de desear tener padres perfectos, profesores perfectos, una familia perfecta, un estado perfecto…"

Es decir, nos reta a reconocer lo que es y desde ahí, desde ese reconocimiento y aceptación ir avanzando en desarrollar realidades más plenas desde el nosotros, frente a la actitud egocéntrica de pedir, esperar e incluso exigir perfección a que lo que nos rodea con el fin de sentirnos bien.

Pre-ocupación y Conciencia

Este diálogo procede de un cuento titulado "Ami, el niño de las estrellas" que, a pesar de su sencillez, muestra una profundidad maravillosa. Espero que os resulte útil.

- Estoy preocupado.

- ¿Preocupado? ¡Qué tontería!.

- ¿Por qué es una tontería?

- "Pre" significa "antes de". Yo no me "pre-ocupo"; yo me "ocupo".

- No te entiendo.

- No vivas imaginando problemas que no han ocurrido ni van a ocurrir. Disfruta del presente. La vida es corta. Cuando aparezca un problema real, entonces ocúpate de él. ¿Te parecería bien que estuviésemos preocupados imaginando que podría venir una ola gigante y arrastrarnos? Sería tonto no disfrutar de este momento, de esta noche tan hermosa… 

- ¿No te parece maravilloso poder mirar, poder ver?

- No sé. Nunca lo había pensado... creo que sí.

- Si fueras ciego de nacimiento y de pronto adquirieras la vista, entonces te parecería maravilloso poder ver...

- ¡Ah, sí, claro!

- Quienes han vivido existencias duras, violentas, cuando logran alcanzar una vida más humana la valoran como nadie... Si jamás fuese de noche, no podríamos disfrutar del amanecer…

- ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo? -me preguntó de improviso.

- No... ¿qué estoy haciendo?

- Estás caminando, puedes caminar...

- Ah, sí, claro... ¿y eso qué tiene de extraordinario?

- Hay quienes han sido inválidos, y tras meses o años de ejercicios logran volver a caminar. Para ellos sí que es extraordinario poder hacerlo, y lo agradecen, lo disfrutan; en cambio, tú caminas sin darte cuenta, sin encontrar nada especial al hacerlo...

- La vida no tiene otro propósito que el de disfrutar sanamente de ella. Procura poner atención a todo lo que la vida te brinda... La maravilla se encuentra a cada instante...

Dar y recibir son en realidad lo mismo

Dar y recibir son en realidad lo mismo.

Este pensamiento que desafía el funcionamiento habitual de nuestra sociedad y sin embargo es efectivo, muy efectivo.

Ayer me encontré envuelto en una conversación en la que mi interlocutor se quejaba de que muchas personas vivan quejándose de la crisis y de las actuaciones de los demás. Me di cuenta de que los dos estábamos cayendo en el mismo error : nos quejábamos de que otros se quejaran. ¡Qué paradoja!

Cuando me quejo, me siento víctima de la conducta ajena, me desanimo porque no puedo hacer nada para que los demás cambien, mi nivel de energía cae, pierdo la alegría de vivir.

Por contra, si ofrezco esperanza, si veo oportunidades de revisar y mejorar nuestras relaciones, nuestra sociedad, nuestras empresas,…entonces, me sentiré con posibilidades, recuperaré energía y trataré de encontrar soluciones, es decir, mi vida estará más llena de esperanza.

De la misma manera cuando muestro gratitud ante otra persona o ante la vida, soy el primero en recibirla. Doy gracias…y la emoción de la gratitud me llena, me siento agradecido. He dado y he recibido en el acto.

¡Que hoy demos todo lo que queremos recibir!

Pd. Gracias por estar ahí aún, después de este largo silencio.