Humildad ≠ Negación

Durante años he asociado la humildad con la negación de uno mismo, como si alguien no pudiera ser una persona sencilla sin negarse o minusvalorarse.

Recuerdo el impacto que en mi adolescencia me causó escucharle a un sacerdote decir "si quieres entrar en el reino de los cielos, niégate a ti mismo". La pregunta que me asaltaba era "y si me niego a mi mismo ¿qué me queda?". Una pregunta que ni el sacerdote supo responderme cuando se la hice.

 

Más allá de lo aparente...

De forma paulatina, como si fuera un proceso de destilación, voy aprendiendo a escuchar mirando un poco más allá de lo que las personas hacen y dicen, tratando de llegar a lo que quisieran decir, a lo que quisieran resolver, comunicar, satisfacer…, en definitiva, a su propósito final, a la intención positiva que se esconde tras las palabras y los hechos.

Y me estoy asombrando con los resultados. Al escucharles así y responder a esa intención positiva surgen nuevas salidas a los conflictos, soluciones a los problemas y se reducen las tensiones sin más esfuerzo que la atención y la intención de contribuir.

Escuchar, sí, pero eso... ¿cómo se hace?

De momento, lo resumo así :

* Escuchar sin juzgar lo que la persona dice o hace.

* Escuchar distinguiendo lo que describe (los hechos) de cómo lo interpreta (juicios, creencias, valores)

* Escuchar su emoción al conversar o hacer lo que hace. ¿Qué hay detrás de esa emoción? ¿Qué pensamientos son coherentes con ella?

* Escuchar el contexto –familia, profesión, pareja,…- del que habla, las historias que cuenta,…para comprenderle y comprender el sistema que le condiciona.

* Buscar la intención positiva. ¿Qué quiere lograr que es bueno…aunque la forma en que quiere hacerlo sea equivocada?

¡Qué efectivas resultan las conversaciones cuando escuchamos atentos y nos centramos en encontrar paz!

Los cambios posibles...

Hoy, mientras caminaba, caía en la cuenta de que en la vida damos por supuesto que muchas cosas son tal como las vemos y que, por tanto, seguirán siendo así. Es una especie de sutil resignación, casi inconsciente, que pasa desapercibida. 

No distinguimos entre la realidad y la interpretación que hacemos de ella, quedándonos con esta última y sus consecuencias.

Me explico con un ejemplo : Pienso que mi hijo "es" de una determinada manera. Le trato de acuerdo con la idea que tengo de él reforzando así su manera de ser. Lo mismo sucede con nuestra relación. Pienso que es como es y la asumo como tal. Y me acomodo a que así sea.

Lo mismo sucede con otras situaciones y personas, ya sean familiares, colegas profesionales, amistades,…

Hasta que tomo consciencia  de lo que estoy haciendo, abro los ojos y trato de mirar a las personas como si fuera la primera vez, dejando el pasado y los juicios en el pasado para que no afecten este instante, y así poder verles en toda su potencialidad, para ir construyendo, día a día, una relación más sana.

Aquí y ahora, ¿por qué optas? ¿prolongar el pasado tal y como lo has vivido hasta ahora o abrirte a la plenitud de la vida, a las posibilidades que te ofrece, dejando las presuposiciones a un lado?. ¿Desde qué posición tienes más opciones de construir una vida plena?

Creo (de crear) lo que creo (de creer)

"Eres libre de creer lo que quieras y tus actos darán testimonio de lo que crees" Ucdm. T1.II.2.7

¿Cuáles son mis creencias?

¿Qué creo acerca de mí mismo/a?…..y ¿a dónde me llevan estas creencias?

¿Qué creo sobre la vida? ¿Qué creo de los demás, de las relaciones,…?

¿Qué creo de empresarios, trabajadores, funcionarios, políticos,…?

Todas estas creencias son las que condicionan nuestra manera de interpretar, sentir, decir y hacer en la vida.

Las creencias nos llevan a estados de ánimo y en función de ellos, adoptamos nuestras actitudes ante la vida.

Si yo creo que la vida es injusta, mi estado de ánimo puede ser el de resentimiento y mi actitud de confrontación y crítica ante todo…y, posiblemente, los resultados serán relaciones difíciles tanto en el trabajo como en la vida personal….que certificarán que la vida es injusta, generando así un círculo de sufrimiento sin fin.

Si quiero ver cambios puedo optar por dos vías : esperar o forzar a que cambien los demás y el mundo…o empezar a cambiar mis propias creencias.

¿Por cuál de ellas apuestas hoy?

Ser y hacer

Buscamos "hacer" las cosas mejor, "decirlo" con otras palabras más adecuadas…. Y está bien que así sea.

La pregunta es ¿cuán efectivo resulta? ¿hay otra manera? 

Me explico. Las personas seguimos un proceso :  Pensamos > Sentimos > Actuamos > y logramos > Resultados.

Cuando obtenemos un resultado no deseado nos volvemos rápidamente hacia nuestra Acción para mejorarla. Y ya es un primer paso.

Sin embargo, si no cambiamos nuestra manera de pensar y de sentir, si no tocamos nuestra identidad, creencias y valores, nuestros roles,…el resultado será limitado.

Ejemplo. Si siento dolor de cabeza mi primera reacción puede ser tomar un analgésico. Si el dolor desaparece, habré calmado el síntoma pero si no abordo la causa del dolor, si la ignoro, puedo estar aplazando la solución e incluso generando un mal mayor.

Por contra, un pequeño cambio en nuestro modo de interpretar la realidad puede desencadenar cambios importantes en nuestras acciones y relaciones.

Ante la realidad podemos posicionarnos en el miedo o en el amor. ¿Ves igual tu vida desde uno u otro lado?  
¿Cuál eliges hoy para ti y los tuyos?

Congruencia

El compromiso es con la verdad del ser, con lo que realmente siente, piensa y es, .... no con lo que creemos que somos o con lo que debiéramos ser, pensar y sentir.

La congruencia se da cuando atendemos a lo que más auténtico en nosotros, sin juzgarlo; cuando dejamos a un lado las prohibiciones como "no debo sentir esto, no está bien" o "no debo pensar así, no es correcto" o "no puedo ser así, debo ser…" y reconocemos eso que sentimos, pensamos y hacemos, es decir, "lo que es" y a partir de ahí, ampliar, mediante preguntas tentativas, la comprensión de nuestra conducta, de lo que protege, para abrirnos a nuevas posibilidades más sanas y efectivas.

Intención positiva

Parafraseando a UCDM :
Si en esta situación no eres feliz es que has percibido erróneamente.
Y así es. Aunque a veces cueste aceptarlo. 
El beneficio de tener presente esta idea es que nos anima a cambiar de punto de vista y a buscar lo positivo o la intención positiva en lo que enfrentamos a diario, de manera que nos acerca a una solución mejor.