Distinguiendo lo deseable y lo exigible

En las relaciones personales y laborales una de las fuentes de frustración es no tener presente la distinción entre lo esperado y lo acordado, o, dicho de otra forma, lo deseable y lo exigible.

Lo acordado, lo exigible, está formado por aquello que hemos consensuado dentro del marco de la relación, ya sea un contrato de trabajo o de otro tipo.

Lo esperado, lo deseable, es una expectativa mía que si no la he compartido con la otra persona sólo está en mi.

El problema lo creamos cuando juzgamos desde la expectativa, desde lo esperado y no desde lo que hemos convenido juntos.

¿Qué puedo y voy a hacer hoy para sanar mis relaciones? ¿En cuáles hay zonas de penumbra a aclarar distinguiendo entre lo esperado y lo acordado?

Descubriendo resistencias

Nuestro inconsciente nos habla continuamente, habla sin que le oigamos por lo que no nos comunicamos con él desde la lógica racional.

Cuatro preguntas nos ayudan a observarnos y conocer esa parte que condiciona nuestra conducta :

1.- ¿Cuál es mi meta ahora? ¿De qué me siento insatisfecho/a? ¿Qué quisiera que fuera diferente?

2.- ¿Cuánto lo deseo realmente?

3.- ¿Hasta qué punto hay algo en mí que no lo desea? ¿O lo teme o por alguna razón dice "no"?
4.- ¿Cómo puedo detectar las diversas formas y manifestaciones de esta resistencia en mi vida cotidiana? ¿En qué aspectos, relaciones y situaciones?

En el conflicto está la solución

¿Qué podría estar en conflicto, cuando todos los aspectos comparten un mismo propósito y una misma meta?

¿Cómo podría haber un sólo aspecto que estuviese –o se sintiese- separado o que tuviese mayor o menor importancia que los demás?

De Ucdm. Lecc. 318

En estas dos preguntas está resumida la forma de prevenir conflictos o de sanarlos en caso de que se den.

Ante un conflicto podemos y debemos preguntarnos :

¿Compartimos un propósito común?. Si no es así, esta es la primera gran tarea.

¿Estamos dejando de lado a alguien o a algún interés o inquietud?. Integrar todos los puntos de vista, escuchar y legitimar todas las voces, es la segunda tarea.

¿Hemos definido las reglas de juego, los principios y valores que rigen o van a regir nuestra relación?.
¿Hemos diseñado el mapa con los pasos a seguir?

¿Resaltamos los puntos de acuerdo y los reforzamos?

En las diferencias ¿buscamos juntos nuevas alternativas? ¿Cómo podemos lograr juntos lo que deseamos?

¿Hemos acordado qué vamos a hacer, cómo, con qué y en qué plazo?

¿Nos reconocemos y agradecemos mutuamente cada avance realizado?

El resultado no es otro que una relación más sana y efectiva, en la que todas las partes han aprendido y ganado. 

Física

Hoy os invito a leer esta breve entrevista a Anton Zeilinger, doctor en Física y padre de la teletransportación.

¡¡Qué lecciones y cuánto por aprender!!

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20121124/54355782552/la-contra-anton-zeilinger.html

Gratitud

¿Agradeces o juzgas?

He comprobado lo efectivo y sanador que resulta decir internamente ¡¡Gracias!! ante una persona o situación en vez de juzgarla.

Sí, cuando estoy ante alguien que piensa y actúa de forma diferente a lo que espero o creo adecuado, me digo : ¡¡Gracias!! ¿Qué puedo o tengo que aprender de esta situación?.

Al no juzgar, me abro, mi comunicación es directa, pacífica y quien está delante lo percibe. 

Recordemos que sólo el 7% del mensaje está en las palabras, que el resto se comunica con el tono, el cuerpo, el contexto de creamos…

Que tengáis un día lleno de Gratitud y de Aprendizajes.

Un futuro diferente del pasado

Hemos cometido errores en el pasado, pero ahora elegimos valernos del presente para construir un futuro y una vida llena de aciertos.
Cometemos errores y tras ellos, otro un error aún mayor....quedarnos paralizados juzgándonos por lo que hicimos mal o dejamos de hacer. 
La alternativa es evaluar, no juzgarnos. Perdonarnos el error. Hacer el aprendizaje. Agradecerlo y siendo libres de los juicios sobre los errores, seguir construyendo ese futuro lleno de vida y aciertos.

Unión

A la solución llegamos a través de la unión. La solución pasa por unión.

¿Qué conflicto se mantendría si lográramos y trabajáramos por la unión?

Hoy ¿unimos o separamos?

Un reto

Veo todas las cosas como quiero que sean.

La percepción se deriva de los juicios. Habiendo juzgado, vemos, por lo tanto, lo que queremos contemplar.

Ucdm Lecc.312

Es decir, vivo en unos juicios y creencias que me llevan a ver lo que se ajusta a ellos.

Si al despertarme mi primer pensamiento es : ¡¡uf, menudo día más complicado me espera!! O ¡¡Qué cansado estoy, vaya semana que llevo!!…¿Qué contemplaré? ¿A qué le pondré atención? 

Os propongo hacer este ejercicio : 

Antes de mirar hacia fuera, mirar hacia dentro. ¿Qué me estoy diciendo? ¿Qué juicios estoy haciendo de mí mismo, del trabajo, de la vida?

¿Es eso lo que quiero ver?

Si no lo es, ¿qué quiero ver?

Y… ¿qué cambio puedo y decido hacer para ver lo que quiero ver?

¡¡Lo mejor para tod@s!! Este va a ser un gran día.

100% responsable

Juzgo todas las cosas como quiero que sean.

Los juicios se inventaron para usarse como arma contra la verdad. Separan aquello contra lo que se utilizan y hacen que se vea como si fuese algo aparte y separado. Luego hacen de ello lo que tu quieres que sea. Juzgan lo que no pueden comprender, ya que no pueden ver la totalidad, y por tanto, juzgan falsamente.

Ucdm Lec.311

Decimos que los juicios son relativos, que son interpretaciones o valoraciones que hacemos de la realidad.

De esa realidad infinita, tomamos unos pocos datos y formulamos un juicio que activa nuestras emociones que, a su vez, nos predisponen a actuar en coherencia.

El error original está en confundir la realidad con los juicios que hacemos de ella.

¿Quién soy yo para juzgar lo que desconozco? ¿Quién soy yo para juzgarme?

¿Contribuyo más juzgando o ayudando?

Imágenes

¿Desde dónde actúo, desde el ser que soy o desde la imagen que he fabricado de mi?

Desde su más tierna infancia…la persona ve y experimenta sucesos que generaliza y convierte en creencias.

Las conclusiones así formadas no son pensadas; son más bien reacciones emocionales, actitudes ante la vida. No es que carezcan de lógica, pero su lógica es limitada y errónea. Con los años estas conclusiones y actitudes se hunden más y más en el inconsciente, moldeando hasta cierto punto la vida de la persona. A cada una de estas conclusiones les llamamos "imágenes".

Se podrá decir que también es posible tener una imagen positiva y sana. Esto es cierto hasta un determinado punto, porque allá donde no se ha producido una imagen falsa, todos los pensamientos y sentimientos están en movimiento, fluctuando; son dinámicos y relajados, son flexibles. Estos pensamientos, sentimientos y actitudes que no están conectados a una imagen, fluyen armoniosamente adaptándose espontáneamente y cambiando de acuerdo con la necesidad de cada situación. Por contra, los pensamientos y sentimientos que emanan de imágenes son estáticas y están congestionadas. No ceden ni cambian de acuerdo con las diferentes circunstancias.

"No temas el mal" Eva Pierrakos

Dicho de otra forma, las imágenes nos anclan –como estatuas de sal- a lo que creemos que somos, nos merecemos, podemos y somos capaces, confundiendo nuestro ser  y todo su potencial con esas imágenes. Cuando no estamos pensando, sintiendo y actuando desde una imagen y los hacemos desde el "ser", las fuerzas de la vida, los pensamientos, sentimientos y actitudes fluyen y se adaptan a cada momento para contribuir de la mejor forma posible a esa situación.

La película

Al proyectar pongo el poder y la responsabilidad "fuera" de mi.

La reacción ante la vida es como cuando proyectamos una película. Vemos en la pantalla lo que está pasando en la máquina. Sonrío, río, lloro, me indigno,..me emociono con lo que pasa ahí fuera, en la pantalla.

Cuando veo y pongo fuera de mi la causa de mi emociones, de mi situación, estoy olvidando que la película está en mi. 

Olvido que soy yo quien ha decidido poner una de acción o una romántica. Olvido que la pantalla es un soporte neutral que reproduce lo que le pongas encima.

¿Qué película has elegido para este día?

La magia del presente

Este instante es el único tiempo que existe.

UCDM Lecc. 308

Sí, éste es el único tiempo disponible. 

El pasado es memoria que traigo al presente. Memorias que pueden ser agradables o dolorosas y que me predisponen a interpretar esta situación con los tintes del pasado, en vez de verla tal cual es.

El futuro es sueño, deseo y visión que traigo al presente para saber si lo que tengo delante me va a llevar o no a ese estado deseado. Una vez más, condiciono mi interpretación del presente a lo que espero y deseo lograr en vez de aceptarlo en su plenitud.

Decía S. Covey que entre "estímulo" y "respuesta" hay un instante en el que podemos elegir cómo responder y que las personas proactivas se caracterizan por ser conscientes de ese instante y por su capacidad de utilizarlo en beneficio de todos.

Ante lo que la vida me ofrece hoy, ¿viviré presente o estaré ausente mientras  recuerdo el pasado o sueño el futuro?.

¡Os deseo un día pleno, lleno de continuos presentes!

Anhelo

Desde dónde hacemos lo que hacemos marca la diferencia. Puedo buscar la mejora y el desarrollo para ser más útil y contribuir a un mundo mejor, o puedo estar actuando para destacar y ganarme la admiración de los demás.

En el primer caso lo hago desde el amor, desde la confianza en que dar y recibir es lo mismo, en que mi bienestar está ligado al de mi entorno. 

En el segundo desde el ego o el miedo a no ser querido ni respetado si no destaco, si no soy  especial.

En ambos casos, el anhelo es crecer y mejorar.

¿Deseas o aceptas la felicidad?

No es lo mismo "desear" ser feliz que "aceptar" ser feliz.

Todas las personas decimos desear ser felices e incluso nos empeñamos en hacer cosas para lograrlo. Sin embargo, hay una parte de nosotros que no acepta ser feliz, como si no nos lo mereciéramos, no hubiéramos hecho lo suficiente o simplemente creyéramos en el fondo que la felicidad es una utopía. Todos estos pensamientos no son mas que trampas que nos hacemos para no aceptar plenamente la felicidad. 

Aprendemos a aceptar plenamente la felicidad  través de las circunstancias que nos presenta la vida. 

¿Aceptas de corazón ser feliz?

El regalo

Se nos ha concedido poder salvarnos de los juicios que emitimos de nosotros mismos.

Ucdm. Lecc. 305

Dicho de otra manera, con nuestros juicios hemos construido imágenes de nosotros mismos y de la vida.  Las imágenes no son la Realidad. Estos juicios o nos limitan o nos abren posibilidades. Hay juicios que provienen del amor, que ven la posibilidad de perfección detrás de toda carencia y nos hablan del ser que somos en esencia.

Por contra, hay juicios que ponen el foco en el error, la insuficiencia y en la culpa. Ante ellos, tenemos el don de observarlos, cuestionarlos con valor, optimismo, humildad y ánimo de aprender y crecer.

Que hoy seamos conscientes del regalo que es poder decidir qué pensamientos arraigan en nuestra mente.

Auto-aceptación

El deseo genuino de mejorarnos a nosotros mismos, nos lleva a aceptar nuestra personalidad tal y como es ahora.

Desde ahí, cualquier actitud errónea o improductiva no es mas que una oportunidad de aprender y crecer, de perdonar y avanzar en paz.

Sin embargo, cuando buscamos la perfección desde la exigencia de un ideal o una imagen idealizada, cualquier error es visto y vivido como un fracaso que nos genera ansiedad y culpa. Es la constatación de que no soy ese ser idealizado.

¿Qué camino es más efectivo? ¿Cuál ofrece más opciones? ¿Aceptarme -sabiendo que tengo mucho que aprender- o juzgarme?.

Valía personal

….que el ser apreciado por los demás no sea la medida de tu propio sentido de valía. 

La evaluación que los demás hacen de ti asume gran importancia sólo cuando tu mismo no te evalúas honestamente.

"No temas el mal"

Cuando estamos dispuestos a mirar de frente nuestra vida, nuestra forma de pensar, sentir y actuar y sus consecuencias, estamos asumiendo responsabilidad y con ella una independencia gradual de las valoraciones ajenas. Ya no nos sentimos tan juzgados, ni nos juzgamos con tanta intensidad, sino que convertimos esas valoraciones en información para tener una visión más completa de la realidad, aprender y crecer.

Así, vamos avanzando desde los juicios y culpas a la responsabilidad y el aprendizaje como forma de construir vidas más plenas.

Auto-reconocimiento y felicidad

Cambiar los sentimientos requiere del paulatino proceso del desarrollo personal y auto-reconocimiento.

La dificultad más grande es la confusión, la tendencia a engañarnos sobre quiénes somos en realidad.

Hemos construido imágenes de nosotros mismos y de las personas que nos rodean. 

Nos relacionamos con las demás personas y con la vida de acuerdo con esas imágenes fabricadas y no de cómo somos en realidad.

Si me considero una persona desorientada, sin un lugar en la vida, así me moveré por ella. Si me veo como un ser que tiene algo que aportar, aunque aún no lo haya descubierto, me moveré de otra manera, más abierta, más expectante, más curiosa y con más energía.

Reconocimiento, re-conocer, volver a conocernos tal y como somos en origen, este es el reto y el camino a través del cual vamos recuperando niveles más profundos y estables de felicidad.

¿Nos juzgamos o aprendemos?

El nivel de existencia de infelicidad e insatisfacción en tu vida es la medida en la que aún no has desarrollado tu potencial.

Esta es la buena noticia de las crisis por las que pasamos…nos indican que aún tenemos aprendizajes por realizar para desarrollar lo mejor de nosotros mismos. 

Así que en vez de juzgarnos o de cuestionarnos, podemos optar por preguntarnos ¿Qué puedo o tengo que aprender de esta situación? ¿Qué tengo que soltar o dejar de hacer para ser más feliz?

Sentimientos

Un sentimiento es, en realidad, un "pensamiento no pensado" que aún no se ha hecho consciente.

Cuando te sientas en una emoción, observa qué pensamiento hay debajo, compréndelo, y resuélvelo con amabilidad.

¿Quién no quiere ser feliz?

Muy hondo en el corazón de cada ser humano se encuentra el deseo de ser feliz.

Las personas a medida que crecemos vamos aprendiendo que somos responsables de nuestra felicidad o infelicidad. Aprendemos que somos capaces de crearnos una vida feliz, primero dentro de nosotros mismos y luego, inevitablemente, en nuestro exterior.

La verdad es que la felicidad está en nuestras manos.

"Eva Pierrakos. No temas el mal"

¡Que tengas un buen día!

Punto de partida

El mejor punto de partida es éste, en el que estoy en este momento.

Este pensamiento puesto en práctica fue uno de los que me ayudó a superar los momentos más duros. En la desesperación y la desorientación sentía que todo estaba equivocado en mi vida, que no había hecho nada bien, que había generado sufrimiento. En el sentimiento de vacío y soledad todo eran carencias. Hasta que toqué fondo, no porque no pudiera hundirme más, sino porque me encontré con esta idea.

A partir de ahí, evitando las comparaciones con otras personas, me comprometí a 3 minutos, sí solo 3, de ejercicio diario. Fue una muestra de cuidado hacia mi mismo, que en una semana se había convertido en 15 minutos diarios, más energía y ánimo para reconstruir mi vida.

Sí, sin caer en el error de compararte, este es el mejor momento y el mejor punto de partida.

¡¡Que tengas una buena jornada!!

Perdón e innovación

El perdón es el único regalo que doy hoy.

Ucdm Lec.297

Perdonar es deshacer el juicio que hago sobre una persona o situación. Vale también decir, el juicio que hago de mi mismo y de mi vida o situación actual.

Perdonar es reconocer que ese juicio que hago de alguien o de algo, no es ella, sino lo que yo pienso de esa persona, o de esa situación.

Cuando tenemos una opinión formada –un juicio- sobre una persona, nos comportamos con ella de acuerdo a lo que pensamos de ella.

El perdón nos permite suspender ese juicio y dejar espacio a la realidad tal y como es, a que se den nuevas posibilidades que antes no contemplábamos. De esta manera se resuelven situaciones que antes se hacían imposibles. Hemos dejado de confundir nuestra "idea o juicio" de la realidad con la realidad misma.

El perdón abre espacios a la innovación en las relaciones, generando apertura para comprender mejor, ver la oportunidad donde antes veía una crítica, centrarme en la solución sin quedarme atado a la justificación....

Aprendizaje y paz

De todo cuanto me sucede puedo hacer una experiencia de aprendizaje positivo.

Tener presente esto nos genera paz y nos anima a buscar nuevas posibilidades de resolver la situación más allá del miedo, el dolor y la culpa.

La pregunta es ¿qué puedo aprender de esto? en vez de quedarnos lamentándonos de lo que hicimos o dijimos o lo que nos hicieron. 

Mientras volvamos al pasado para juzgar o juzgarnos estaremos atrapados en una espiral de culpa, rabia, dolor, vergüenza, miedos…

Volvemos a mirar el pasado sólo para observarlo, aprender y tomar nuevas decisiones hoy, aquí y ahora, buscando lo mejor.

Plenitud

Nuestra plenitud depende de nuestra disposición a abandonar el dolor, la culpa y el miedo que nos atan y limitan.

Todos decimos querer abandonar ese trío tan familiar como fatal, miedo, dolor y culpa. 

Sin embargo, nos cuesta dar el salto al otro lado, a la alegría, la plenitud y el amor.

¿Qué podemos hacer? ¿Qué tenemos que aprender?

Observar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.

Decidir en favor de aquellos pensamientos que nos hacen sentir bien y en paz, que nos predisponen a actuar con amabilidad.

Visualizar ese nuevo estado de plenitud, alegría y amos, sentirlo reforzando así la decisión tomada.

Cuestionar los viejos hábitos, que no son mas que tendencias aprendidas, y como tales volverán cada vez con menor frecuencia. 

Actuar en coherencia, 

Celebrar los cambios hasta consolidar el nuevo hábito de pensar, sentir y vivir.

Aceptarme en paz

Una de las tareas más difíciles para una persona es portarse bien consigo misma cuando siente que ha fallado o cuando siente culpa por algo.

Sentirnos en paz con nosotros mismos pasa por aceptar los propios errores, sin justificarse –poniendo la responsabilidad en otro lado-, ni juzgarse –cargando con la culpa de todo-.

Sentirnos en paz requiere : 

1) reconocer la responsabilidad, no la culpabilidad, de lo que hemos hecho o dejado de hacer. 

2) evaluar -no es juzgar- con visión amplia lo sucedido, considerando todos los factores

3) asumir la parte que es nuestra, que depende de nosotros. Es arrogancia pensar que todo depende de nosotros.

4) reparar aquello que sea posible reparar

5) aprender de la experiencia vivida y...

6) soltarla, no quedarnos agarrados a ella, dejarla en el pasado con gratitud. 

¡Que tengas un buen día!

La eficacia del perdón

El objetivo del perdón es ayudarnos a ver que la culpa carece de valor y de eficacia.

Utilizamos los juicios para generar culpa en la otra persona, esperando que de este modo cambie su conducta.

No somos conscientes que la culpa produce unos efectos secundarios más costosos y dolorosos que el aparente beneficio logrado. 

Porque tras la culpa, la otra persona :

Puede optar por defenderse, atacar, juzgándonos a su vez. ¡¡Y tú más!!

Puede someterse ¡¡Qué poco valgo, qué mal lo hago todo…!!

Puede huir, ¡Contigo no se puede ni hablar!

Puede adaptarse, ¡Por la paz un ave maría!…aunque lo anoto para tomarte cuentas cuando llegue mi momento.

El perdón, sin embargo, nos permite ver que eso que hemos juzgado no es más que un error a corregir que nos ofrece la oportunidad de aprender y crecer de manera que construyamos relaciones sanas.

Como decía Adler, el amor es el mejor medio para educar.