Nadie te impone sanción alguna, salvo la que te impones a ti mismo/a.
La ausencia de culpa es invulnerabilidad.
La serenidad que transmites cuando, siendo consciente de que lo que te afecta son tus pensamientos sobre lo que la otra persona hace o dice, no juzgas, y esa serenidad hace posible que ella se sienta "inocente", no juzgada, sin necesidad de defenderse y desde ahí la relación fluye, en paz, hacia la solución.
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