Aquellas personas que realmente quieren alcanzar la Plenitud se convierten en seres mucho más vigilantes de sus pensamientos pues han comprendido que todo tiene lugar en la mente.
Pensamos, sentimos y actuamos. Si cambio de pensamiento, cambia la emoción y la actitud.
Ese es el reto, darnos cuenta de cómo y qué pensamos, así como las consecuencias que tiene.
Desde un pensamiento feliz, una mirada limpia y pacífica ante la vida y las personas, el día transcurre de otra manera.
¿Con qué pensamiento hemos iniciado la jornada?
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