1.- Tratar de hacerle comprender que estaba juzgando a una persona sin tener toda la información. Esto iba a generar, probablemente, una actitud defensiva en él y tratar de encontrar más argumentos para seguir en su posición. En definitiva, consolidar y reforzar sus juicios sobre la persona.
2.- Simpatizar con su opinión y alimentar sus juicios, con lo que terminaríamos contaminados los dos con las mismas emociones.
3.- Guardar silencio.
Opté por la tercera vía, el silencio. Cuando terminó de expresar sus juicios, se hizo un momento de vacío y, tras unos segundos, al ver que no había respuesta de ningún tipo, él mismo dirigió la conversación hacia la solución, dejando de buscar culpas en otras personas.
Aprendizaje :
Si le resisto, persiste
Si le sigo, me arrastra
Si observo y espero sin juzgar…¡cambia!
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