No hay pesar que tenga causa alguna. Y cualquier sufrimiento no es mas que un sueño. Ésta es la verdad, que al principio se dice de boca, y luego, después de repetirse muchas veces, se acepta en parte como cierta pero con muchas reservas. Más tarde se considera seriamente, cada vez más y finalmente se acepta como la verdad. Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor. Y hoy deseo ir más allá de las palabras y de todas mis reservas y aceptar plenamente la verdad que reside en ellas.
Ucdm. Lec. 284
Esta texto resume en buena parte el trabajo y las vivencias de estos dos meses de silencio en los que las palabras no eran suficientes. Y sigo aprendiendo con gratitud.
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