Desde ahí, cualquier actitud errónea o improductiva no es mas que una oportunidad de aprender y crecer, de perdonar y avanzar en paz.
Sin embargo, cuando buscamos la perfección desde la exigencia de un ideal o una imagen idealizada, cualquier error es visto y vivido como un fracaso que nos genera ansiedad y culpa. Es la constatación de que no soy ese ser idealizado.
¿Qué camino es más efectivo? ¿Cuál ofrece más opciones? ¿Aceptarme -sabiendo que tengo mucho que aprender- o juzgarme?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario