¿Cómo podría haber un sólo aspecto que estuviese –o se sintiese- separado o que tuviese mayor o menor importancia que los demás?
De Ucdm. Lecc. 318
En estas dos preguntas está resumida la forma de prevenir conflictos o de sanarlos en caso de que se den.
Ante un conflicto podemos y debemos preguntarnos :
¿Compartimos un propósito común?. Si no es así, esta es la primera gran tarea.
¿Estamos dejando de lado a alguien o a algún interés o inquietud?. Integrar todos los puntos de vista, escuchar y legitimar todas las voces, es la segunda tarea.
¿Hemos definido las reglas de juego, los principios y valores que rigen o van a regir nuestra relación?.
¿Hemos diseñado el mapa con los pasos a seguir?
¿Hemos diseñado el mapa con los pasos a seguir?
¿Resaltamos los puntos de acuerdo y los reforzamos?
En las diferencias ¿buscamos juntos nuevas alternativas? ¿Cómo podemos lograr juntos lo que deseamos?
¿Hemos acordado qué vamos a hacer, cómo, con qué y en qué plazo?
¿Nos reconocemos y agradecemos mutuamente cada avance realizado?
El resultado no es otro que una relación más sana y efectiva, en la que todas las partes han aprendido y ganado.
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