No puedes encontrar dicha sólo para ti. La búsqueda de la verdad no es más que un honesto examen de todo lo que la obstaculiza. La verdad simplemente es. No se puede perder, buscar ni encontrar. Está dondequiera que estés, pues está en tu interior. Aun así, puedes reconocerla o pasarla por alto, o bien puede ser real o falsa para ti.
A medida que deshacemos los juicios, abandonamos las historias y los cuentos que nos contamos de nosotros mismos, de nuestra infancia, de las circunstancias y personas de nuestra vida,… el amor y la felicidad van ganando espacio.
En esa misma medida vamos desarrollando competencias para vivir la vida con mayor plenitud.
¿Nos quedamos atados a las historias o nos liberamos de ellas para centrarnos en el aquí y el ahora, libres de condicionantes del pasado?
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