Adjunto unas pocas notas tomadas ayer en la Jornada con Rosa María Wynn en Bilbao.
Cualquier interpretación errónea es mía y sólo mía. JR.Mandiola
Cualquier interpretación errónea es mía y sólo mía. JR.Mandiola
Tenemos
terror a buscar dentro de nosotros por lo que podamos ver, cuando en realidad
nos vamos a encontrar con nuestra auténtica identidad, con el Ser que es
nuestra realidad.
Para que
algo funcione tiene que haber un propósito declarado. Unirnos todos en un sólo
propósito es la mejor manera de iniciar una tarea.
Tendemos
a ver el error fuera de nosotros, en el otro y por eso reclamamos que sean
ellos los que corrijan su error.
Llegar a
Dios es recobrar la inocencia, la realidad de quien somos. Lo que cambia
no puede ser verdad. La percepción cambia. Las palabras forman parte de esa
percepción. Percibimos desde la identidad, el personaje que
hemos ido construyendo.
La
separación proviene de creer que tenemos que elegir entre los intereses de los
demás y los nuestros. De ahí surge la división.
El ego
es el pensamiento no amoroso. La mente del Hijo se dividió al no descartar este
pensamiento. Lo que nos queda aquí, en esta vida, es un retazo de memoria de
algo que ya se subsanó. Hay una parte de tu mente, la mente recta, donde reside
el Espíritu.
El error
original, más que el pecado original, fue nuestro pensamiento de que nos
separamos de Dios, del Amor.
La idea
de "error original", implica que puede ser corregido. Por contra, la
idea del pecado implica la culpa.
El ego
ataca con el Sueño, el Olvido y la Muerte.
Vinimos
a este mundo a buscar algo más de lo que es Todo, algo más de lo que realmente
somos. Pero ¿Qué puede ser más que el Todo?.
Pide lo
que ya es tuyo: La totalidad.
Quien tu
eres, ya es perfecto. Quien tu crees ser, es el personaje, el ego que vive en
la permanente comparación y en la separación.
Se trata
de recobrar la soberanía de nuestra mente : Todo pensamiento que admites en tu
mente produce forma en algún nivel.
Tenemos
dos opciones : el sueño feliz o el sueño de la locura.
La
Expiación es reconocer que no pecaste. Es entregar al Espíritu todo lo que
crees que has pensado, dicho o hecho, para que sea corregido.
Todo lo
que haces que no proceda del amor, acarrea culpa.
Cuando
sientas culpa lo único que se te pide es que no la ocultes, que no te engañes,
porque lo que no sanes va a volver a repetirse en tu vida.
Ante
sucesos indeseados, pregúntate : ¿De qué me siento culpable para que esto se
vuelva a repetir?
Cuando
actuamos por debajo de lo que somos, sentimos dolor. Lo que importa es
"que tu quieras sanar".
Nuestra
tarea es procesar todo lo que hemos pensado, dicho o hecho que Dios no hubiera
pensado, dicho o hecho.
Aunque
este mundo sea una locura, hay una parte de nosotros que aún lo sigue queriendo
porque nosotros lo fabricamos.
Tenemos
que aspirar a algo, algo más allá…. Lo más que podemos conseguir aquí es la
percepción corregida.
Dios
está en nuestra mente. Ni siquiera el cuerpo existe en el "ahora". El
cuerpo está siendo recreado continuamente. [Aportaciones de la Física
cuántica]
Estamos
proyectando la separación y detrás de ésta estamos viendo y proyectando la
culpa.
La
muerte. Cuando abandonemos este cuerpo se nos dará algo mejor. El cuerpo es
algo completamente neutro.
Somos
seres individuales que lo tenemos todo y que se saben Uno. Somos, aquí, en este
mundo, el resultado del Hijo durmiente y del ego. Por eso vivimos en la
ambivalencia.
Lo
único que muere es la muerte. ¡Quien realmente somos no puede morir!
Todos
andamos buscando la inocencia y sólo la podemos encontrar en el hermano, a
través de verla en los demás.
La
percepción que tenemos es un "acuerdo" que sostenemos entre todos.
La vida
que tenemos aquí tampoco es Vida. No podemos ni concebir la Realidad porque una
mente dividida no puede absorberla.
Todo
está determinado en función de las decisiones que hemos ido tomando anteriormente.
El amor
y la inocencia se extienden [y comparten] mientras que la culpa se proyecta en
los demás.
En el
presente podemos sanar el pasado a través del perdón y construir ahora, desde
el presente, un futuro mejor.
Humildad
es lo que sientes el día que aceptas que hay cosas que no podremos cambiar. Lo
conocido, lo desconocido y lo que no podemos conocer.
Perdón.
Si
perdono puedo vivir más feliz. Se trata de ir desarrollando la buena voluntad
de querer perdonar.
Lo único
que disuelve el pasado es el perdón. Todo se puede cancelar ahora.
El
beneficiario del perdón soy yo y lo recibo perdonando a las demás personas. El
perdón es para mí y siempre a través del perdón a los demás.
No
conozco una manera mejor de vivir la vida aquí que con el compromiso de ser
impecable contigo y conmigo mismo, entre tu y yo.
Nunca
niegues tu amor a nadie.
Perdonar
es darte cuenta de que nadie te hizo nada; que la interpretación que hicimos de
ese hecho es lo que nos dolió.
Todo
procede de una decisión. Mira más allá del error. Lo único que se nos pide es
que digamos la verdad, que no busquemos justificaciones.
Nuestro
ser fue creado perfecto y de una sola vez. Lo único que desarrollamos o
perfeccionamos es nuestra percepción pero nunca nuestra realidad o esencia.
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