Dolor y disfrute

A veces las personas con las que hablamos nos responden, no tanto a lo que decimos como a la imagen que se han forjado de nosotros o a lo que a ellas les inquieta.

Cuando nos encontramos con estas repuestas que nos descolocan tenemos la tentación de entrar en debate llenándonos de razones.

Otra opción es aclarar el sentido real de lo dicho, desde el respeto a lo que la otra persona ha escuchado, y aceptando su respuesta "descolocante", preguntarnos : 

¿Por qué ha escuchado eso?. ¿Qué le lleva a escuchar eso?. ¿Qué hay en mi que le lleva a escuchar así lo que digo?. 

Ayer tuve una lección en este sentido y llegué a esta frase : 

El que va por vida con aire de dolor, impide que los demás disfruten de ella. 

Yo con mis actitudes austeras puedo estar impidiendo que mi entorno disfrute de la vida. 

Conversando con mi hijo pequeño dije, "no sé si el año que viene estaré aquí". 

A lo que él respondió levantándose de la mesa y diciendo molesto, "¡ya vale!". 

Ante su gesto, le pregunté ¿qué has entendido?

Él dijo que "Estoy harto de hablar de penalidades".

Le dije, que "Yo estaba hablando de cambiarnos de lugar de residencia por tus estudios".

Al preguntarle ¿por qué has entendido eso?, me explicó que había estado con la abuela y que le había visto dolorida y que ésta le había dicho la misma frase pero refiriéndose a su vida y que asoció las dos frases....y que le hacían sentirse mal.

Sin él saberlo, ni quererlo, me ayudó a : 

1) ser más consciente del impacto de mi actitud en su vida.

2) que aún tengo camino que recorrer para vivir mi vida en plenitud. 

¡Gracias!