Es el momento en el que nos replanteamos nuestras creencias, paradigmas y prioridades de vida. Es el momento de poner en orden las relaciones con los demás dándoles más espacio en nuestra vida y con nosotros mismos al ser más conscientes que somos con los demás.
Sí, es el tiempo de construir una fortaleza sobre bases más sólidas y estables.
Así nuestra vulnerabilidad, una vez aceptada y reconocida, nos regala una fortaleza y una paz desconocidas hasta ahora.
¡Que hoy veamos la fortaleza que nos espera tras nuestra temor a mostrarnos vulnerables!
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