En paralelo y simultáneamente a la escasez de gratitud ha dominado la tristeza, el cansancio, la sensación de que todo requiere un esfuerzo extra… ¿Quién fue antes, la falta de gratitud o la tristeza? ¿Hubo relación causa-efecto?
Cuando me falta gratitud no me fijo en lo que la vida, las personas, la naturaleza me ofrecen y regalan. Por contra, cuando vivo agradecido, cualquier experiencia es fuente de alegría y con ésta viene la energía e ilusión.
Así que me pongo en tratamiento, sí, en tratamiento de "gratitud". Durante el próximo mes me voy a regalar dosis diarias, conscientes, de gratitud desde el corazón.
Modo de empleo : Pararme al menos en 3 momentos, reconocer lo que me rodea, sentirlo y agradecerlo.
Y esta es mi primera dosis del día : ¡¡Gracias!! ¡¡Eskerrik asko!!
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