Y me estoy asombrando con los resultados. Al escucharles así y responder a esa intención positiva surgen nuevas salidas a los conflictos, soluciones a los problemas y se reducen las tensiones sin más esfuerzo que la atención y la intención de contribuir.
Escuchar, sí, pero eso... ¿cómo se hace?
De momento, lo resumo así :
* Escuchar sin juzgar lo que la persona dice o hace.
* Escuchar distinguiendo lo que describe (los hechos) de cómo lo interpreta (juicios, creencias, valores)
* Escuchar su emoción al conversar o hacer lo que hace. ¿Qué hay detrás de esa emoción? ¿Qué pensamientos son coherentes con ella?
* Escuchar el contexto –familia, profesión, pareja,…- del que habla, las historias que cuenta,…para comprenderle y comprender el sistema que le condiciona.
* Buscar la intención positiva. ¿Qué quiere lograr que es bueno…aunque la forma en que quiere hacerlo sea equivocada?
¡Qué efectivas resultan las conversaciones cuando escuchamos atentos y nos centramos en encontrar paz!
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