¿Cómo podría ser que ésa no fuese también tu voluntad? ¿Y sería posible asimismo que ésa no fuese
también la voluntad de toda persona?
Ten presente, pues, que sólo en esa voluntad conjunta, y
sólo en ella, os encontráis unidos. Podrá haber desacuerdo en todo lo demás,
pero no en esto. Ahí, pues, es donde mora la paz. Y tú vives en paz cuando así
lo decides.
Transformemos nuestro deseo de ser felices en nuestra
voluntad de ser felices.
Pasemos del deseo a la decisión de elegir vivir en paz y
felicidad en cada instante.
¿Qué elijo hoy, el miedo o ser feliz?
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