¿Y cual es la alternativa?
De pequeño escuchaba en misa y en las clases de religión una frase que me confundía : “niégate a ti mismo…”.
La pregunta que me surgía era ¿cómo me voy a negar a mí mismo si es lo único que tengo?. No recibí respuesta.
Hoy, interpreto aquella frase de una forma que me resulta sanadora y práctica :
“Niégate ser tan solo aquello que crees ser y acepta que eres mucho más. Mira la vida desde la apertura, desde el amor, desde la humildad de reconocer que sólo estás interpretando la Realidad y que en ella está incluida tu auténtico Ser, cuya grandeza no procede de ti”.
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