Ucdm E.195
Vivir en la gratitud, sea lo que sea que nos presente la vida, implica primero la aceptación de la realidad, aceptar lo que es, sin negarlo, ni huir de ello desviando la atención hacia otros temas; segundo, la apertura como disposición a ver y sentir lo bueno de cada situación.
Desde esta apertura aprendemos y podemos emprender nuevas vías de acción que nos acercarán cada vez más a esa Plenitud.
¿Cuántas veces decimos, de corazón, “gracias” cada día? Ante lo que la realidad nos propone, nos decimos, ¿qué puedo y tengo que aprender de esta situación?.
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